Solemos pensar que uno de los principales motivos de preocupación durante la adolescencia son las primeras salidas nocturnas, pero encontrarnos con adolescentes que no quieren salir de casa es mucho más común de lo que nos podemos imaginar. Hay adolescentes que, en determinadas etapas de su vida, prefieren quedarse en su casa que salir de ella, lo cual puede tener diferentes razones y circunstancias que se deben tener en cuenta.
Cada adolescente tiene su propia personalidad y es normal que unos prefieran salir a la calle continuamente mientras que otros tengan entre sus preferencias el quedarse dentro del hogar, algo que ocurre, de igual forma, en las personas adultas. Ese aspecto hay que respetarlo, debemos respetar sus ritmos y su personalidad.
Sin embargo, más allá del propio carácter de cada adolescente, hay otras razones que pueden llevar a adolescentes que no quieren salir de casa. Algunas de estas razones pueden ser: cansancio, el estrés académico, la inseguridad por hacer nuevos amigos, posibles complejos que pueda tener o la timidez que puede formar parte de su carácter.
Motivos de los adolescentes que no quieren salir de casa
Sea cual sea el motivo que tenga cada uno de ellos, se debe tratar de averiguar y entender lo que le pasa, tratando en todo momento de reforzar su autoestima y darle seguridad. No debemos hacer saltar las alarmas antes de tiempo, pero si estar pendientes de su estado de ánimo.
Muchos adolescentes que no quieren salir de casa toman esta actitud debido a los complejos que tienen, que pueden ser muy diversos, desde un corte de pelo que se han hecho y que no les gusta hasta la presencia en su rostro del habitual acné. En ese caso, hay que reforzar su autoestima y restarle importancia al problema, pero sin ridiculizar sus motivos que para ellos son importantes.
Debemos respetar la necesidad que pueden tener para estar en casa, ya que no conviene forzarlos a salir si no es lo que desean, ya que en este caso podría ser contraproducente y no hacer más que agravar la situación. Muchas veces en su habitación encuentran su espacio vital, su privacidad, y eso puede que simplemente les dé sensación de confort y seguridad.
No hay que caer en la desesperación en estos casos. Que un adolescente pase por una etapa en la que no quiere salir de casa por las razones que sean, no quiere decir que nunca más quiera volver a hacerlo. Lo más posible es que en unas semanas su pensamiento cambie y quiera volver a salir. Se le debe respetar en cualquier caso sus deseos y sus propios ritmos.
Consejos para ayudar a adolescentes que no quieren salir de casa
Nunca se le debe forzar a salir, ya que en ese caso no se va a sentir apoyado ni comprendido, llegando incluso a sentir que sus padres o madres le están juzgando por algo que hace mal, cuando en realidad no es así. Es mejor sentarse a hablar tranquilamente y preguntarle si hay alguna cosa que le preocupa.
Es importante analizar si ha habido un cambio brusco en su conducta, es decir, si antes siempre quería salir y de repente no quiere hacerlo. En ese caso hay que intentar comunicarse con el adolescente y averiguar si ha pasado alguna cosa que le preocupa, cómo puede ser desde peleas con los amigos o pareja, hasta un caso de acoso escolar. Los cambios bruscos pueden ser el indicativo de que algo le preocupa.
Por eso, es importante comunicarse con ellos y conocer de primera mano la situación de cada caso en particular, preguntando tanto a los propios adolescentes el porqué de su actitud. También, si no obtenemos respuesta por su parte, podemos llegar a preguntar a los profesores para conocer si es una actitud que se repite en el instituto y así obtener más información para posteriormente poder tratar el problema. Pero insisto en que, antes de hacer saltar alarmas, lo mejor es comunicarse con vuestros hijos directamente.
Y, sobre todo, si vemos que los motivos son que tiene importantes complejos físicos, falta de autoestima, acoso escolar, o problemas emocionales, lo mejor es acudir a un profesional que lo pueda ayudar.
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