Eli Soler | Psicóloga
Mitos de la adolescencia
La adolescencia es una etapa más del desarrollo de toda persona. No me gusta poner edades, pues cada persona es diferente, pero para que nos entendamos va aproximadamente de los 12 a los 18 años. Como psicóloga que trabaja en entornos educativos con jóvenes, me doy cuenta de que la adolescencia cada vez empiezan antes y terminan más tarde. Pero los mitos de la adolescencia siempre han estado allí, y parece ser que cuando más se fija la mirada en los adolescentes más mitos y estigmas se les ponen a las personas adolescentes.
No me gusta nada ver titulares escritos por supuestos expertos educativos con títulos como «SOS adolescente en casa», como si un hijo o hija adolescente fuera una bomba a punto de estallar. Cierto es que habrá algunos adolescentes que vivirán la etapa con más conflictos internos y más emociones intensas, y otros que no. No podemos ponerlos a todos en el mismo saco ni generalizar. Es por eso por lo que hoy, destapo algunos de los principales mitos de la adolescencia.
- A los adolescentes no les importa lo que piensan sus padres. Falso. Claro que les importa lo que piensen sus padres/madres, solo que en la mayoría de los casos no lo reconocen por orgullo. Es más, a la mayoría de los adolescentes les preocupa bastante decepcionar a sus padres. Un ejemplo de ello es la gran presión académica que viven muchos chicos o chicas por no decepcionar a sus padres si no llegan a la universidad.
- Los adolescentes no quieren hablar con sus padres. Falso. Sí quieren hablar con sus padres/madres, pero no podemos esperar no haber trabajado una relación de comunicación y confianza y, de repente, en la etapa en la que se centran más en sí mismos, querer hablar con ellos y que te cuenten sus cosas. Eso es algo que se debe trabajar desde bien pequeños, solo así tendréis a un adolescente comunicativo en casa. Así pues, no es cosa de la edad si no de la relación forjada durante años.
- La adolescencia es solo una fase. Falso. No debemos tratar la adolescencia como si de una gripe se tratara. Los adolescentes ni están enfermos, ni es una fase para llamar la atención. Es una etapa más del desarrollo vital para madurar y encontrarse a sí mismo. Pero ojo, tampoco es un drama. Hay que tratarla con la misma atención que lo haríamos en las demás etapas del desarrollo de nuestros hijos e hijas, y ajustar nuestro rol a sus nuevas demandas.
- Las adolescentes chicas son más difíciles que los chicos. Falso. Y además es muy sexista afirmar esto. Una adolescencia con más intensidad de emociones o menos no depende del género, si no del carácter de la persona, de la relación con sus padres, de sus relaciones sociales, de su autoimagen…de muchos aspectos, pero no de su género. Dejemos de condicionar sus actitudes por motivos de género.
- Los adolescentes son irresponsables. Falso. Hay adolescentes irresponsables, y otros que son muy responsables. Es cierto que durante la adolescencia buscan en cierto modo transgredir las reglas y probar experiencias nuevas, pero ni todos los adolescentes caen en conductas de riesgo ni todos son irresponsables. No generalicemos. Un ejemplo es como en una clase de alumnos de la misma edad algunos son aplicados en los estudios y responsables con sus tareas y otros en cambio no.
- Los Adolescentes tienen las hormonas disparadas y se les va la cabeza. Falso. Es verdad que, al inicio de la adolescencia, o la llamada pubertad, su cuerpo empieza a producir una cantidad de hormonas que antes no producía, y empiezan a sentir emociones nuevas relacionadas con su parte sexual. Por lo tanto, necesitarán adaptarse al cambio y aprender a reconocerse. Pero que estén excitados o eufóricos no significa que se les va la cabeza. Pongamos un ejemplo: un adolescente que sea tímido e introvertido no hace estas muestras de emoción, y esto no significa que no sienta los mismos impulsos sexuales ni que las mismas hormonas no estén transformando su cuerpo. Es una cuestión de expresión emocional individual.
- Los Adolescentes son rebeldes sin causa. Falso. No todos los adolescentes son rebeldes, pero, además, si actúan de modo rebelde, lo hacen con causa. El área del cerebro especializada en dotar de prudencia al comportamiento no madura plenamente hasta los 25 años aproximadamente. No podemos pedirle a un adolescente la misma madurez que a un adulto, tienen aún que aprender razonamiento y autocontrol. Pero, aun así, ni todos los adolescentes son rebeldes ni todos son desobedientes. Como ya he dicho, todo es cuestión de educación, de carácter, y de muchos factores más.
- Los adolescentes son personas inmaduras y la adolescencia es el proceso de maduración. Falso. No podemos basar nuestro concepto de adolescencia únicamente en el hecho de que es un proceso de maduración. Está comprobado que los adolescentes nos dan mil vueltas en memoria, inteligencia y percepción. Un adolescente es una persona que empieza a ser más individual que familiar porque buscar ser social, que quiere desarrollar sus valores, experimentar sus propias decisiones y cuestionarse todo lo que le interese. Y, además, y lo más maravilloso, lo hace prácticamente sin ningún miedo ni tabú.
- La adolescencia requiere pasar de la dependencia a la independencia y ya no necesitan a los padres. Falso. Este es uno de los pensamientos más equivocados. Necesitan a sus referentes paternos, y mucho. Necesitan la seguridad emocional que sus padres les deben proporcionar, que les deben garantizar. Con sus conductas en las que buscan independencia no buscan alejarse de vosotros, más bien buscan acercarse al mundo. Pero necesitan saber que vosotros estáis allí para ellos. Que sois su paracaídas por si se equivocan. Un ejemplo son los casos de adolescentes con familias desestructuradas que tienen más riesgo a caer en conductas de riesgo para su salud.
- Es normal que todo les moleste y hay que dejarles estar. Falso. Puede ser que pasen etapas en las que están más irritables. Pero no es normal ni sano ignorar a los hijos, ni en esta edad ni en cualquier edad. Cuando una persona se aísla es que existe algún conflicto interno. Lo mejor que podéis hacer como padres/madres es buscar un buen momento para hablar con ellos, pero respetando su espacio y su intimidad.
Y a todo esto lanzo una pregunta en la que reflexionar sobre los mitos de la adolescencia: ¿Por qué valoramos más las vivencias de los niños en etapa infantil que las de un adolescente? ¿Por qué vemos a los primeros pasos de un niño como un progreso en su desarrollo y no lo hacemos con cada decisión autónoma de un adolescente? Así que ya sabes, no te creas todos los mitos de la adolescencia.
- Desarrollo y cambios en los adolescentes