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Cómo educar adolescentes: qué no debemos hacer

Cómo educar adolescentes

El estilo educativo y comunicativo de la familia influye mucho en los adolescentes. Por eso los padres y madres de hijos o hijas adolescentes deben evitar los errores más comunes e intentar educar en positivo y dar en las claves para  saber cómo educar adolescentes.

Cómo educar adolescentes es una gran preocupación de muchos padres y madres. Es imprescindible que como adultos de referencia sepamos transmitirles nuestro apoyo incondicional, para que en esta etapa de grandes cambios sientan que no están solos.

Cómo educar adolescentes de la mejor manera

Te damos unas recomendaciones sobre cómo educar adolescentes de la mejor manera:

  1. Educar en equipo. Si es el caso que existe una pareja, ponerse de acuerdo ambos adultos y con el mismo criterio es fundamental, porque si el adolescente recibe mensajes contradictorios aprenderá a utilizarlos para manipular y salirse con la suya. Por ejemplo: no hay que decir nunca el “Pregúntaselo a tu padre» o «Lo que diga tu madre». Si necesitáis hablarlo porque tenéis dudas, lo mejor es pausar la conversación para más tarde, hasta que os hagáis puesto de acuerdo.
  2. No a los castigos, sí a las consecuencias. Parece lo mismo, pero no lo es. Pactar con los adolescentes una consecuencia si no cumplen las normas establecidas es responsabilizarlos de sus propios actos, y eso es positivo y necesario. Como adultos sois la autoridad, debéis ponerles límites, pero eso no se traduce en castigar sin una explicación previa. Por ejemplo: pactamos que puede salir con sus amigos pero a tal hora tiene que estar en casa, y le explicamos que le damos este voto de confianza, pero que si no nos muestra que es responsable cumpliendo la norma otro día no lo dejaremos salir. Está en sus manos ser responsable o incumplir los límites, pero tiene una consecuencia detrás.
  3. Somos sus padres, no sus colegas. Los adolescentes necesitan a sus padres/madres como adultos de referencia. Conseguir una relación de buena confianza y comunicación es importante, pero no debéis ponernos a su mismo nivel. Aunque tengáis buena relación con vuestro hijo o hija debéis ser la figura de autoridad y seguridad. Cuidado con la frase de «Yo soy la mejor amiga de mi hija»  o «Yo soy el mejor colega de mi hijo», no mezclemos roles.
  4. No dar malos ejemplos. Nuestras actuaciones deben evitar la incongruencia entre lo que se dice y lo que se hace. Por ejemplo: no podéis pedir que no estén enganchado al móvil si vosotros hacéis lo mismo, o no podéis decirle que no grite gritando. Seamos un ejemplo de conducta positivo y coherente para nuestros menores.

5. No ser negativos. Es vital intentar hablarles en positivo, enfocando los problemas desde el lado más optimista, transmitiéndoles ilusión y motivación. Si ellos fracasan en algún objetivo que se han propuesto es mejor hacerles la valoración o comentario de la forma menos negativa posible, sugiriéndoles otras alternativas. La adolescencia es una etapa vital con muchas emociones, necesitan sentirse escuchados y valorados.

6. Sobreprotección. En nuestra sociedad es uno de los errores más frecuentes que cometen muchos padres o madres. Aunque no nos demos cuenta, desde pequeños muchos adultos asumen tareas y soluciones de los problemas cotidianos de sus hijos. En la adolescencia debéis acompañarlos en su maduración y autonomía personal, pero sin evitar que sean responsables de sus actuaciones. Un ejemplo que veo mucho: el adolescente se ha dejado el libro para estudiar el examen de mañana y el padre o madre remueve mar y tierra para conseguirlo. Es él o ella que se ha dejado el libro, es quien debe buscar soluciones a su problema, no los padres.

7. Comunicación y escucha. La comunicación entre padres-hijos adolescentes es vital en esta etapa. A veces puede resultar difícil establecer una buena comunicación con los hijos adolescentes, por eso requiere paciencia y perseverancia. Hay adolescentes más comunicativos y otros más herméticos, pero hay que buscar momentos en los que están más habladores para escucharlos y promover el diálogo. Es muy positivo buscar el compartir actividades o espacios comunes para afianzar lazos.

8. Reforzar su autoestima. La gran mayoría de los adolescentes tienen una autoestima baja y negativa en algún momento de esta etapa vital. Están asimilando muchos cambios a nivel corporal y emocional, y vosotros como adultos tenéis una gran influencia sobre ellos. Por eso es importante reforzar su autoestima, valorando positivamente su comportamiento o actuación concreta. Por ejemplo: es mucho más importante felicitar y reforzar un 5 en un examen que les ha supuesto mucho esfuerzo que un 8 sin esfuerzo, y cambiar frases como “Eres un mal estudiante” por “Este examen has sacado un mal resultado, pero seguro que puedes mejorar” es fundamental.

Sabemos que educar a hijos e hijas adolescentes no es una tarea nada fácil y no existe un manual a seguir para que salga todo como se desea. Pero no olvidemos que cada etapa del desarrollo tiene sus ventajas y sus momentos buenos. Intentad pasar tiempo juntos, disfrutar en familia, relajarse ahora que ya no con bebés dependientes, y aprovechad el momento para estar con los vuestros a veces rebeldes adolescentes. Y lo mejor para saber cómo educar adolescentes es aceptando como son y respetando su libertad de expresión.

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