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Educación sexual para adolescentes (segunda parte)

Eli Soler | Psicóloga

Educación sexual para adolescentes

En la anterior entrada expliqué qué deberíamos incluir en la primera parte de una charla de educación sexual para adolescentes. Hablé de la parte más de salud, resumiendo los principales métodos anticonceptivos y las infecciones de transmisión sexual. Pero, como ya dije en esa entrada, si solo incluimos esa parte queda una charla incompleta. Porque la sexualidad es mucho más que las relaciones sexuales y los riesgos, la sexualidad es un conjunto de emociones y relaciones.

Y es importante que la educación sexual para adolescentes se dé un modo integral y global en los centros escolares, pero también que sea un tema que se hable en casa sin tabúes. Debemos hablar de sexualidad en casa con naturalidad, adaptando las respuestas a sus preguntas según su edad. Puedes ver el post completo de hablar de sexo con los hijos para encontrar estrategias adecuadas.

Por eso, hoy os traigo un pequeño y resumido glosarios de qué otros aspectos hay que incluir en la educación sexual para adolescentes, de los aspectos más emocionales y relacionales de la sexualidad.

Educación sexual para adolescentes integral

  • Masturbación. La masturbación no tiene por qué ser tabú, no es algo malo, al contrario. El placer tiene que empezar con uno/a mismo/a y después, si se quiere, se puede compartir. Es positivo que las personas adolescentes exploren con su cuerpo, que aprendan a quererse y a respetarse antes de tener relaciones sexuales con otras personas. Simplemente hay que educar en que debe ser un acto para la intimidad, y romper con los mitos de que solo lo hacen los chicos.
  • La menstruación. Hay que tratar la menstruación -la regla- como algo natural del cuerpo de la mujer (cis) -o del cuerpo de un hombre trans-, y no como algo sucio que se debe esconder. La menstruación es un indicativo de que el sistema reproductor funciona, no hay nada pudoroso ni sucio en ella.
  • La virginidad. Las personas adolescentes siguen teniendo bastante fijación con el tema de la virginidad. En los chicos parece una pérdida de virilidad seguir siendo virgen a partir de cierta edad. Y en las chicas parece deseable ganar a la virgen como trofeo. De eso tiene culpa la educación machista y los mitos del amor romántico. Debemos educar en que la virginidad no es más que una construcción social y cultural, sin más importancia. Para tener relaciones sexuales hay que sentirse preparado/a, nunca hacerlo presionado/a por la pareja o amigos. Una mala experiencia sexual puede condicionar todas las demás experiencias. De ahí la importancia en educar a saber decir NO.
  • El acto sexual. Ligado al concepto de virginidad, se sigue teniendo el concepto de que el acto sexual, el tener una relación sexual, es realizar el coito con otra persona, la penetración, y eso es coitocentrista. Las personas adolescentes de hoy siguen tomando la penetración como la meta a conseguir, como el objetivo en las relaciones sexuales, y por eso queman las demás practicas sexuales tan rápido. Es importante educar en ese aspecto. De allí que se les mal llamen ‘preliminares’ a todas las demás prácticas sexuales, restandoles importancia. Hay muchas formas de disfrutar sexualmente con otra persona, educar en ese punto es vital para fomentar relaciones equilibradas y sanas.
  • La pornografía. Las personas adolescentes de hoy tienen, a través de internet, un rápido y fácil acceso a la pornografía, y el problema no es que vean porno, el problema es que vean un porno violento y machista y que lo tomen como referente sexual. Educar en que la pornografía no es más que una interpretación alejada de la realidad es vital para que no reproduzcan sus patrones.
  • Estereotipos de género. Son el conjunto de ideas preconcebidas utilizadas para explicar el comportamiento de hombres y mujeres. Dictan cómo deben comportarse, cómo deben vestirse, y cómo deben relacionarse hombres y mujeres según su género. Por ejemplo: en las mujeres hay el estereotipo de que son más sensibles y se deben ocupar del hogar, frente a los hombres que son fuertes y líderes en el trabajo. Este conjunto de etiquetas no es natural según el género, es una transmisión cultural. La sociedad nos inculca desde pequeños/as a través de dibujos animados, los juguetes sexistas, publicidad y el entorno. Hay que educar en romper estos estereotipos, educar en que cada persona puede ser libre de ser como quiera sin importar su género.
  • Identidad de género. Es la percepción subjetiva que un individuo tiene sobre sí mismo en cuanto a su propio género, que podría o no coincidir con sus características sexuales. Es decir, una persona puede identificarse con un género que no coincida con su sexo asignado biológicamente, que no coincida con sus genitales. En ese aspecto debemos educar en que hay diversidad, que no es algo que se elija, y sobre todo en tolerancia y respeto hacia los demás. Si quieres ampliar este concepto….
  • Orientación sexual. Se refiere a un patrón de atracción sexual y emocional a un grupo de personas definidas por su género. Es decir, define y clasifica que una persona se sienta atraída por las personas del sexo contrario (heterosexual), por las del mismo sexo (homosexual), por ambas (bisexual), o por ninguna (asexual). Aquí volvemos a resaltar la importancia de educar en que hay diversidad, que no es algo que se elija, y en tolerancia y respeto hacia los demás. Si quieres ampliar este concepto…

Potenciar la educación sexual para adolescentes

Todo lo anterior expuesto es la segunda parte esencial que debe contener una charla de educación sexual para adolescentes para que, junto con la primera parte, sea completa. Hay que educar en sexualidad de un modo integral. Y debemos hacerlo con un discurso abierto y no tradicional, para poder así educar a las personas adolescentes en ser tolerantes y respetuosas con ellas mismos y con los demás, educar en el concepto de diversidad sexual.

Y, por último, no debemos educar desde el miedo. El sexo es algo divertido y sano si se toman las medidas oportunas. Lo más importante es que si tienen relaciones sexuales sea de un modo seguro y sano, física y emocionalmente. Yo siempre les cuento a las personas adolescentes en mis talleres:

«El sexo es como conducir. Conducir está guay, te lleva del punto a al punto b, pero conducir tiene riesgos, por eso hay que ponerse siempre el cinturón. Pues con el sexo pasa lo mismo, puede ser divertido y placentero, pero tiene ciertos riesgos, por eso hay que ponerse siempre el condón.»

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