Qué es el Sexting entre adolescentes
Sexting es un anglicismo que proviene de la contracción de las palabras «sex» y «texting», y hace referencia a compartir mediante el teléfono móvil u ordenador contenidos de carácter sexual.
Actualmente el Sexting entre adolescentes es una práctica sexual muy extendida entre los jóvenes -y también entre adultos-, por eso es un término cada vez más habitual en nuestra sociedad. Un estudio reciente revela que al menos uno de cada cuatro adolescentes recibe textos y correos sexualmente explícitos, al tiempo que uno de cada siete es responsable de enviar este tipo de contenidos.
Estos mensajes de contenido sexual pueden ser compartidos mediante conversaciones por WhatsApp, Instagram, Telegram o Snapchat, entre otras aplicaciones móvil, y puede ser mediante texto, fotografías o vídeos. Aunque el sentido original de la palabra se limita al envío de textos, el desarrollo de los teléfonos móviles ha llevado a que actualmente este término se aplique al envío de fotografías y vídeos con contenido de nivel sexual.
El Sexting entre adolescentes es una práctica de riesgo
El Sexting en sí no es una práctica peligrosa, está puede ser una manera saludable para que los jóvenes exploren la sexualidad y la intimidad cuando se da de forma consensuada entre iguales. El problema es cuando el receptor, es decir, la persona que recibe esos textos o imágenes, hace un mal uso de ese contenido sexual.
Por eso puedo afirmar que el Sexting no es un problema de seguridad en sí mismo, pero sí es una práctica de riesgo, sobre todo cuando implica menores de edad. El riesgo está en que, una vez enviados, estos contenidos sexuales pueden ser utilizados de forma perjudicial por los demás. El problema llega cuando se coacciona, o cuando se comparten estos contenidos sin permiso, haciéndose virales.
Qué impulsa a practicar Sexting a los adolescentes
Aunque aún no hay estudios concluyentes al respecto, ya que es una práctica muy reciente y en aumento, estos son algunos de los motivos que impulsan a los adolescentes a practicar Sexting:
- Piensan que una imagen en su móvil está segura. Los adolescentes no piensan en los peligros y no son capaces de imaginar las variadas formas en que esta imagen puede salir del dispositivo. Pueden perder el móvil, o puede enviarse la foto por error, subirse por error a las redes sociales y perder el control sobre ella.
- La confianza. Confían en la persona a la que le envían el contenido sexual y no se imaginan que esta puede compartirlo con más gente sin su permiso. Os pondré un ejemplo: una pareja de novios se envían fotografías de desnudos, al tiempo uno de los dos rompe la relación, y la otra persona enfadada comparte sus fotografías con sus amigos. Eso es un caso que ha pasado en más de un instituto.
- La presión de grupo. Compartir este tipo de contenido sexual con sus amigos los lleva a ganar notoriedad y aceptación en el contexto digital, tan importante para ellos. Si todos lo hacen, si es lo que da popularidad dentro del grupo, es una práctica que les hace sentir importantes.
- El despertar sexual. Durante la adolescencia, en plena plenitud hormonal, es normal sentir curiosidad por situaciones sexuales, y hoy en día muchas de las primeras experiencias son a través de las redes sociales. En las redes los adolescentes conocen gente nueva, ligan, intiman, y a veces esas conversaciones pueden ir subiendo de tono sin haberlo planeado. Simplemente se dejan llevar sin pensar en las consecuencias.
Cómo educar a los jóvenes en el Sexting
Con el fenómeno del Sexting entre adolescentes es necesario educar en la prevención, y ésta pasa principalmente por inculcar en los menores una cultura de la privacidad. Es decir, conseguir que los menores sean conscientes de los riesgos existentes del Sexting y valoren la privacidad de su imagen y la de los demás.
Es necesario que los padres o educadores hablen con los menores y los ayuden a convivir con la realidad que les rodea. Ignorar que el Sexting es un fenómeno actual, que puede que sus hijos o hijas adolescentes lo practiquen en la actualidad o en un futuro, no es una solución. El Sexting es un fenómeno que existe alrededor de los adolescentes, prohibirlo o lanzarles un mensaje desde el miedo no es una buena estrategia educativa.
Hay que buscar un momento tranquilo para hablar con ellos, con respeto, de una forma razonable, debatiendo los riesgos posibles y los casos de actualidad. Promover que reflexione sobre las posibles consecuencias, escuchar su opinión, y que puedan exponer sus dudas. Preguntas como «¿Conoces a alguien que le haya pasado?» o «¿Cómo te sentirías si te pasara a ti?»
Hay que crear con ellos un ambiente de confianza, que les transmita la certeza de que si se ven en una situación parecida pueden hablar con vosotros. Que no van a ser juzgados ni castigados, que pueden contar con vuestro apoyo y vuestra ayuda. Eso es vital, y para conseguirlo hay que educar desde el respeto y la comunicación.
Herramientas específicas para gestionar el Sexting
Hay que darles herramientas específicas para gestionar el Sexting de la mejor manera posible, tales como:
- Piensa antes de enviar. Hay que explicarles que lo que envían o publican online se convierte en irrecuperable, nunca más se puede borrar. Esas imágenes escapan para siempre de nuestro control y pueden llegar a cualquiera en cualquier momento. Además, lo que hoy quieres mostrar de ti, mañana puede que no te guste. Y a quien se le envías hoy, mañana puede no ser tu amigo.
- Las imágenes de desnudos de menores de edad es un delito de pornografía infantil. La pornografía infantil es un delito cuando se crea, se posee o se distribuye. Si te llegan este tipo de imágenes, borra la foto. Si crees que su difusión está hiriendo alguien, o a ti mismo, ponlo en conocimiento de una persona adulta.
- Recibir o hacer una imagen de una persona, no te da derecho a distribuirla. Las imágenes son un dato personal protegido por la ley, no se pueden utilizar sin el consentimiento de la persona implicada. Si esa persona te ha enviado a ti esa imagen, solo es para ti, no debes compartirla con nadie más.
- No participes en la viralización de estas imágenes. Cuando el Sexting deriva en humillación y acoso, la víctima sufre mucho. Si lo promueves eres cómplice y responsable. Borra la foto, no son bromas. Piensa cómo te sentirías si la persona de la imagen fueses tú.
- No compartas imágenes tuyas de desnudos. Nunca es buena idea enviar fotografías ni vídeos de desnudos, esa imagen puede ser compartida y hacerse viral en poco tiempo, y ya nunca se puede recuperar. Y si lo haces, una recomendación es que nunca se vea tu cara. Nadie podrá demostrar que esos pechos o esos genitales son tuyos si no se ve tu cara.
- Asegúrate de que sabes con quien hablas. Es muy fácil mentir a través de la red. Podemos mentir en el nombre, en la edad, en el aspecto físico. Hay personas que fingen ser jóvenes para conseguir contenido visual sexual de adolescentes. Y si te encuentras en una situación así, que te han engañado o te están amenazando, cuéntalo a tus padres.
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